Crear una compañía en Estados Unidos pareciera ser un trámite simple. En realidad, cuando es hecho apropiadamente, es un trámite que requiere conversaciones, análisis, y planificación. Por ejemplo, toda compañía debe tener documentos internos (operating agreement o bylaws) que determinan cómo se debe manejar la compañía internamente y los derechos de los socios o accionistas.
Además, es de suma importancia elegir desde el principio tanto el tipo de compañía (normalmente son corporación, LLC, LP o LLLP) como el método de imposición de impuestos (disregarded entity, partnership, S-corporation o C-corporation). Por último, hay que determinar bajo qué jurisdicción debe ser creada la compañía, y si es necesario calificarla para operar en alguna otra jurisdicción.

Los negocios pueden desarrollarse o realizarse dentro del marco de diferentes entidades jurídicas; a cada una de las mismas corresponden distintas formas de pagar impuestos. Por ejemplo, una LLC puede optar por pagar impuestos como una corporación C, como una corporación S, o como una sociedad. Cada una de esas posibilidades acarrea consecuencias fiscales muy diferentes. No existe una opción que funcione para todos los casos. Como propietario de un negocio en Estados Unidos, usted debe tener en cuenta las diferentes posibilidades y planificar y decidir el tipo de marco o estructura jurídica que más le convenga a su negocio.

En este orden de ideas, un empresario en los Estados Unidos debe considerar diferentes factores, entre ellos:

• El número de socios del negocio,
• El beneficio o rendimiento esperado de las inversiones,
• Los ingresos personales de cada socio,
• Los ingresos que la compañía puede generar a futuro,
• Reinversión de ingresos,
• El tipo de ingreso (activo o pasivo),
• El tipo de negocio.

La combinación de estos factores dará como resultado la elección de uno u otro tipo de entidad para obtener el resultado fiscal más eficiente, tomando en cuenta otras responsabilidades y riesgos. En muchos casos, parte del proceso de inmigración puede implicar la creación de un negocio en los Estados Unidos, que puede ser utilizado al presentar una solicitud de una visa L-1 o E-2.

Hemos revisado varios casos en los que un abogado de inmigración recomendó que la compañía foránea de su cliente constituya una subsidiaria en Estados Unidos para fines de inmigración. Esta estructura es recomendada comúnmente por abogados de inmigración en todo el país. Sin embargo, en muchos casos esta no es una figura jurídica eficiente desde el aspecto tributario. Normalmente estas estructuras causan un impuesto sobre la renta del 44.7%, cuando en realidad es posible crear otras estructuras que tributen a una tasa menor cumpliendo de igual manera con los requisitos de inmigración.

Los documentos necesarios para comprar o vender una compañía son documentos delicados y extremadamente importantes, que deben ser redactados y revisados por abogados que protejan sus intereses. En caso contrario, se corre el riesgo de tener que pagar impuestos adicionales y lidiar con demandas y problemas que en realidad le corresponden a su contraparte en esta transacción.

Si usted tiene un socio y el socio fallece, usted terminará siendo socio de los herederos (normalmente el/la cónyuge y/o hijos o hijas de su socio). El “buy-sell agreement” es un método popular para evitar esto, en el cual los socios acuerdan algún método para pagarles a los herederos por las acciones, de manera que no queden desprotegidos, y al final el socio que sobrevive retiene la compañía.

Cuando una persona o entidad legal le presta dinero a otra, sea por alguna relación personal o directamente por negocios, es de extrema importancia documentar la existencia de la deuda y las condiciones de su pago. Esto normalmente lo hacemos a través de promissory notes. 

Cuando una persona o entidad legal le presta dinero a otra, ya sea por alguna relación personal o por negocios, es de extrema importancia documentar la existencia de la deuda y las condiciones de pago, lo que normalmente se hace a través de un pagaré (“promissory note”). A falta de tal documento existe el riesgo de no poder cobrar esa deuda, sobretodo en caso del fallecimiento del prestatario o que este quede incapacitado, ya que los herederos probablemente no sepan de la existencia del préstamo. Sin un documento apropiado que evidencie el préstamo, los herederos estarán reticientes de pagar y dificulta o imposibilita cobrar la deuda en tribunales.

Los promissory notes también se pueden utilizar en una planificación fiscal para bajar el ingreso imponible.